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Se acrecienta la presión en la banca

La estrategia del gobierno para estabilizar el dólar impacta al sistema financiero. El incumplimiento del encaje por la poca disponibilidad de fondos es reiterado y caen las ganancias.


Víctor Salmerón


Venezuela bancos y estabilidad del dólar

Pixabay


Durante cinco meses la cotización del dólar prácticamente no se ha movido y el clima de estabilidad ha ayudado a calmar las expectativas y a desacelerar la velocidad con la que aumentan los precios; pero en la banca no hay celebración, al contrario, la tensión crece.


Para mantener al dólar anclado la administración de Nicolás Maduro aplica un severo ajuste que seca la disponibilidad de bolívares en la banca, impide aumentar de manera importante el volumen de créditos e impacta las ganancias.


El gobierno se ha asegurado de que la banca tenga muy pocos bolívares para prestar, a fin de que no haya créditos que aumenten la demanda de divisas y comprometan la paz cambiaria.


El encaje, como se denomina a la porción de los depósitos que los bancos tienen que engavetar a manera de reserva, es el instrumento que usa el gobierno para aplastar al crédito: los bancos tienen que inmovilizar 73 de cada cien bolívares en depósitos.


Este elevado porcentaje se traduce en bancos con pocos bolívares disponibles para sus operaciones y en un reiterado incumplimiento que es penalizado por el Banco Central a través de una especie de multa que crece si la falta es reiterada.


Durante las últimas 32 semanas hay bancos que no cumplen con el encaje requerido y el monto del incumplimiento ha crecido, al punto que la semana que culminó el pasado 15 de marzo, la banca solo colocó 60% de lo que debió engavetar como encaje.


Venezuela encaje bancos

Fuente BCV


En la mayoría de los países el encaje es menos de 10% de los depósitos. La idea es que la salud de los bancos descansa en factores como el control de riesgos y la calidad de la supervisión y en caso de necesitar liquidez, reciben asistencia de los bancos centrales.


Por lo tanto, el encaje se emplea como un complemento de la política que emplean los bancos centrales para controlar el dinero en la economía. Pero en Venezuela se ha convertido en una pieza esencial de la estrategia del gobierno para estabilizar al dólar.


Menos beneficios

Una porción importante de los depósitos son dólares, pero los bancos solo pueden usar 30% de estas captaciones para otorgar créditos en bolívares, vendiendo las divisas previamente en el mercado cambiario.


Un elemento relevante es que buena parte de los créditos están indexados al dólar y los ingresos que obtienen los bancos cuando prestan, por el capital e intereses, aumentan en la medida en que la cotización del dólar sube en el mercado oficial.


La consecuencia es que la estabilidad del dólar implica menos ingresos por los pocos créditos que pueden otorgarse, en un entorno donde los beneficios provenientes de comisiones por venta de divisas o transacciones están concentradas en pocos bancos.


Ya hay un impacto importante en las ganancias. Las cifras indican que en los dos primeros meses de este año el beneficio de los bancos se redujo 21% respecto al mismo lapso de 2023 y al tomar en cuenta el impacto de la inflación el declive es de 58%.


Las ganancias están en pocas manos. Los datos de Globalscope indican que en febrero de este año el Banco de Venezuela, la principal entidad financiera del Estado, recibió 66,8% de las ganancias de toda la banca.


Al añadir a la lista los bancos Provincial, Mercantil y Banesco queda en evidencia que cuatro bancos reciben 95% de las ganancias de todo el sistema financiero.


Venezuela bancos ganancias

Fuente Globalscope


En los depósitos también hay una fuerte concentración. Venezuela, Banesco, Provincial, Mercantil y Bancamiga controlan 81% de los depósitos de toda la banca.


Además el portafolio de créditos está concentrado en pocos bancos. Venezuela, Provincial, Banesco, Mercantil y BNC controlan 75% de los préstamos del sistema financiero.


Venezuela bancos créditos

Fuente Globalscope


Onda recesiva

Desde el punto de vista del gobierno hay razones para festejar. La contracción del crédito, combinada con el recorte del gasto público y la oferta de divisas han estabilizado al dólar y desacelerado la inflación.


Los datos del Banco Central indican que en febrero la inflación fue de 1,2%, la más baja desde agosto de 2012, pero el costo a pagar es elevado: una economía con muy poco crédito para invertir y consumir, lo que se traduce en un ajuste de baja calidad, con un techo bajo para el crecimiento.


De acuerdo con Macroconsultores, el monto de los créditos bancarios equivale a 1,4% del PIB, mientras que entre 2012-2016, por ejemplo, equivalía a 21,7%.


“Para impulsar la economía se requiere una inyección de ocho mil millones de dólares. Esto permitiría, por un lado, apalancar el aparato productivo a tasas más bajas que las actuales y por otro, proporcionar créditos a los hogares para adquirir bienes de consumo y bienes de capital a largo plazo”, dice el reporte de Macroconsultores.


Tamara Herrera, directora de Síntesis Financiera, explica que la desaceleración de la inflación “tiene un componente recesivo. El gobierno no tiene otra forma de sacarnos de la hiperinflación que a través de una política restrictiva de astringencia monetaria prolongada que ya va a entrar en su sexto año”.


Agrega que el problema de fondo es que tras años en los que la moneda ha perdido capacidad de compra de manera constante, los venezolanos tienen pocos incentivos para conservar bolívares y no emplearlos rápidamente para consumir o adquirir dólares.


“Mientras no haya disposición a preservar los bolívares vamos a estar en ese círculo vicioso de estar dosificando los bolívares en la economía porque si no al gobierno se le escapa de las manos la tasa de cambio y por supuesto la inflación”, dice Tamara Herrera.


Fuera de la banca

Ante la pérdida de valor del bolívar los venezolanos usan el dólar para ahorrar, calcular precios y en buena parte de las transacciones.


De acuerdo con Síntesis Financiera al cierre de enero de este año 80% del dinero que circula en el país son dólares y 60% corresponde a dólares en efectivo, que no están depositados en la banca.


A fin de evitar una mayor dolarización y preservar la existencia del bolívar, la moneda bajo control del Banco Central, el gobierno ha colocado restricciones a la movilidad de los dólares a través de los bancos.


Aparte de que no están permitidos los créditos en dólares, tampoco es posible transferir dólares de un banco a otro y a través de un impuesto se encarece el uso de los billetes verdinegros.


“Se trata de una dolarización disfuncional que es una traba para el crecimiento”, resume Tamara Herrera.


Una opción que podría dinamizar la economía, que tras reducirse a la cuarta parte en la crisis 2014-2021 se estabilizó en el foso, es crear incentivos para que los dólares que están fuera de la banca ingresen al sistema y se utilicen para aumentar el crédito.


De acuerdo con el estimado de Ecoanalítica, fuera del sistema financiero circulan alrededor de seis mil millones de dólares.


Pero un aspecto clave es que se requieren cambios importantes para dar este paso. El Banco Central cumple el rol de “prestamista de última instancia”, es decir, de solucionar los problemas transitorios de liquidez que pueden tener los bancos.


Cuando solo existían depósitos en bolívares esto era posible porque el Banco Central emite bolívares, pero no es el caso para los depósitos en dólares; tampoco existe un fondo de garantía de depósitos en divisas, por ejemplo.


El país tendría que decidir si se dolariza del todo o aplica un ajuste integral, capaz de sacar a la economía de la estabilización en el foso y recuperar la confianza en la moneda con bases sólidas.


Tamara Herrera señala que la desaceleración de la inflación “no tiene características orgánicas”.



X: @gerentesis

X: @vsalmeron






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